sábado, 22 de septiembre de 2012

,,,sin título previo (I)


No hago películas para que sean bellas, hago películas para que sean útiles. 
(Roberto Rossellini. Roma, 1906)



Un crítico de jazz "sentenció" con respecto a la grabación de John Coltrane 'Ascension´ (Impulse, 1965) que la única forma de defenderse ante tal grabación era el no escucharla, no obstante la valoración de otros críticos es precisamente lo contrario, una obra exuberante de energía y de creatividad, una obra que abre caminos.


El free jazz ya había sido objeto de opiniones intransigentes, ¿pero hasta que punto la calidad de una obra debe basarse en la belleza -lírica-, en la simetria y en los canones preestablecidos?.  Obras como Ascension, Meditations (Impulse, 1965), Out to lunch! (Eric Dolphy. Blue Note, 1964), The Shape of Jazz to Come (Ornette Coleman. Atlantic, 1950) elevadas a la categoria de monumentos son incomprendidas y rebajadas por otros.

Y si la belleza supera el umbral de la mera percepción estética para convertirse 
en un instrumento donde opera el valor, la libertad, el ansía de experimentación donde el valor cualitativo de la obra reside en esas causas, en la motivación y en sus posteriores influencias, quedando la lírica como un sustrato de algo más elevado cuyo producto es un nuevo paradigma creativo.

Quizás sea una cuestión de perspectiva o simplemente de sensibilidad.

[~DiXiT~]
A finales de la década, el free jazz ya no es el motor de la evolución del jazz, y se abren caminos, sin duda deudores de él, pero diferentes: el jazz fusión, especialmente el jazz rock; las experiencias europeas asociadas al sello ECM; el jazz étnico … En todos ellos, en cualquier caso, se mantienen elementos aportados por el free jazz: recursos atonales, ritmos globales, improvisación colectiva (...) Joachim E. Berendt. El Jazz.

En su sentido más profundo, la belleza puede engendrarse a partir de una experiencia de reflexión positiva sobre el significado de la propia existencia. (Wikipedia)



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